El puma blanco

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Capitulo 1

Ella caminaba sobre la orilla de la playa, descalza, vistiendo unos jeans y una blusa blanca. De su mano derecha colgaba una delgada chamarra rompevientos.

Sus pies eran acariciados por las olillas que en su eterno vaivén humedecían las arenas... el agua era fría, pero aún así ella caminaba sin distraerse. El viento soplaba desde el sur, empujándola suavemente, revolviendo sus castaños cabellos, los cuales golpeaban su rostro delicadamente.

Por sus mejillas corrían dos lágrimas cuyo origen se gestaba en el corazón... había un gran vacío en él. Ella necesitaba de alguien que le amara, que le cuidara, que le hiciera sentir lo que es el verdadero amor, pero quedaba como un grito mudo en la oscuridad, sin que nadie lo oyera.

La piel de sus brazos desnudos se contraía ante la frescura del viento, que comenzaba a ser insoportable. El sol caía en el ocaso, pintando las nubes de un color naranja grisáceo. Algunas estrellas comenzaban a tintinear en el infinito.

Ella, absorta en sus pensamientos, imploraba calladamente una oración hacia el cielo... "¿porque, señor, estoy tan sola? ¿porqué no ha llegado alguien que me ame de la manera que lo necesito?" ...nadie contestaba.

Capítulo 2

Impulsado por los vientos del sur, un águila imperial volaba sin rumbo fijo... sus plumas doradas desprendían una brillante luz que iluminaba todo a su paso, y sobre su frente, una aureola de un blanco divino brillaba cual pequeño sol.

Mirando hacia abajo, él mira la silueta de una mujer caminando sobre la arena, y una sensación de ternura invade su corazón... gira sus enormes alas y baja en picada unos metros detrás de ella. Al tocar el suelo, se convierte en un puma de pelaje blanco, cuya aura era tan brillante que cualquier mortal que osara verlo quedaría cegado. Sus ojos, rojos como la sangre, miraban atentamente a esa mujer que no se había percatado de su presencia.

Ella sintió cómo el aire se tornó cálido repentinamente, y sintió al momento que alguien le seguía. Temerosamente, volteó hacia atrás y vio al magnífico animal que, sentado, la miraba con ternura.

Ella, lejos de sentir temor por ver algo que desconocía, sintió algo en ese hermoso animal, una sensación rara, especial. Confiadamente, soltó su chamarra y caminó lentamente hacia el puma, que la veía plácidamente, con una expresión en su cara que hacía creer que estaba sonriendo.

Capitulo 3

El puma blanco esperaba pacientemente a que ella se acercara... quería tenerla cerca, sentirla, hacerla sentir tranquila y protegida.

Ella, a dos pasos del animal, se inclinó, miró dentro de sus ojos, y su cuerpo se sacudió... perdió el balance y cayó sentada sobre las arenas, que extrañamente estaban secas y cálidas, puesto que desde ese momento, las olas parecieron decidir aminorar su potencia, terminando su trayecto unos metros antes.

Se quedaron viendo fijamente el uno al otro, disfrutando de lo que ambos veían... la luz que el puma desprendía de su piel impregnaba el cuerpo de ella, haciéndola sentir tibieza, ternura, amor... los ojos de ella, fijos en el animal, no eran lastimados por el resplandor.

El animal se levantó y dio un par de pasos hacia ella, recostándose plácidamente sobre sus piernas, viéndola, pidiéndole con la mirada que posara sus manos sobre su pelaje, que lo acariciara.

Ella decidió envolver al animal con sus brazos. En el momento que su piel rozó el pelaje del animal, la invadió una sensación de bienestar que iluminó su alma. Ahora los dos birllaban. Él se sentía contento, puesto que jamás había sentido un cariño tan repentino como el que percibía en ella.

Ella lo sostuvo en sus brazos, sintiendo cómo él le transmitía esa tranquilidad que ella no había sentido en meses... ¿o años? ...ambos se habían convertido en una mezcla del uno con el otro.

Capitulo 4

Ella cerró sus ojos, sin dejar de abrazar al puma... él le acariciaba la espalda con su cola, mientras muchas cosas recorrían su mente, formando imágenes que causaban un sinfín de sensaciones...

"Desde hace tiempo me he dedicado a darle a los demás algo que quiero para mí... primero fue aquella doncella, después, el cervatillo, después otros humanos, pero no había sentido jamás esto que ahora estoy sintiendo... ella me da lo que yo necesito, y yo le doy lo que ella necesita... será que es ella por quien he estado esperando durante tanto tiempo?"

Levantó sus ojos hacia el firmamento, buscando un haz de luz que le ilumine como señal de si lo que pregunta es correcto. Una estrella fugaz deja ver su hermosura, para desaparecer en la profundidad del cielo sin dejar huella.

La cara del puma se ilumina, y una lágrima de felicidad rueda de su ojo izquierdo.

Voltea hacia ella, y se percata de que mientras él estaba sumido en su meditación, ella había sufrido una transformación.

El cuerpo de ella irradiaba una luz blanca de una potencia increíble, su cuerpo ya no era el de un ser humano. Ahora era una hermosa felina, una puma blanca, con ojos rojos como la sangre, y en cuyo rostro se dibujaba una expresión de felicidad como jamás él había presenciado.

Capitulo 5

El sacude su cabeza, ¡¡¡ no podía creer lo que estaba viendo !!! ... ¡¡¡ su sueño se había hecho realidad !!! ... ¡¡¡ ERA ELLA !!!

Suavemente acaricia la cabeza de ella con su lengua, despertándola... ella abre sus ojos y lo mira, con una expresión de alegría infinita en su alma... se levanta y comienza a caminar alrededor de él, rozando sus pieles... acariciando sus cabezas...

Ambos comienzan a caminar por la orilla de la playa, iluminando todo a su paso, transformando el frío de la noche en calidez de amor.

A lo lejos en el infinito, una estrella brilla, enviando un rayo de luz que sólo ellos percibirían, iluminando el camino por el cual ellos deben seguir, quitando todos los obstáculos que pudiesen haber.

Documento originalmente publicado en whitepuma.net en nov 15, 1997.

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