La doncella y el águila

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Impulsado por los vientos del sur, vuela una magnífica águila imperial buscando algo en la tierra... esta águila tiene una misión... sus plumas brillan con una intensa luz dorada, y en su cabeza, brilla una aureola coloreada con un blanco puro y divino. Él vuela cómodamente sobre las nubes, pacíficamente, golpeado suavemente por el viento...

De repente el voltea hacia la tierra, y ve una hermosa mujer bailando sola, cantando, soñando sobre un hermoso campo de flores, con millones de flores de bellos e indescriptibles colores.

Él siente la necesidad de verla a de cerca... vuela hacia abajo, deteniéndose sobre la rama de un majestuoso árbol. Ella está esperando a alguien, él lo siente. Desea conocerla, pero para ello debe convertirse en un ser humano... Y usando sus poderes, en ello se convierte. Salta hacia el piso.

Ella viste un hermoso vestido blanco, y lleva sobre su cabeza una aromática corona de flores rosas. Él desea acercarse a ella, pero está desnudo, y todavía tiene plumas sobre su piel. La transformación había sido incompleta. Usando sus poderes, convierte las plumas en placas de oro, creando con ellas una armadura de oro sobre su cuerpo. Ahora puede acercarse a ella.

Ella está sentada sobre el suelo platicando con las flores sus deseos, su necesidad de un hombre que la ame... el águila, ahora caballero, se queda perplejo detrás de ella, viendo su cabello, escuchándola.

Él se arrodilla a sus espaldas y extiende una mano para acariciar su cabello... cuando ella voltea y lo ve, se levanta y da un paso atrás, asustada... pero algo hay en él que le atrae, una especie de atracción mágica... indescriptible... él le dice: "Disculpe, hermosa doncella... soy un caballero extraviado... vengo de tierras muy lejanas. Soy nuevo en estas tierras, y no fue mi intención asustarla".

Ella mira a través de esos ojos cafés un alma pura y bondadosa, llena de luz, y nace en ella el irreprimible deseo de besarlo. Callada, da dos pasos hacia adelante... extendiendo sus brazos, rodeándolo con ellos... con sus finas manos lo toma por la nuca y acerca su rostro hacia el suyo... ahora sus rostros están muy cerca el uno del otro... frente a frente, viéndose profundamente, sintiéndose cerca. Él cierra sus ojos, y ella cierra el mutuo deseo con un tierno beso en sus labios, nacido en el corazón.

El sentimiento del caballero es muy fuerte... se vuelve loco, sacudido por ese tierno y dulce beso, y su poder se desboca. Involuntariamente se convierte en una brillante y cálida nube de energía azul clara. Ella tiene sus ojos cerrados, sintiendo esta energía rodeándola... sintiendo como él danza en el aire alrededor su cuerpo... ella tiene todavía sus brazos extendidos, como si lo estuviese abrazando... sintiendo la cálida energía en su cuerpo entero, pero no puede abrir sus ojos.

Entonces ella escucha una profunda y tierna voz susurrándole al oído... "Eres una mujer muy hermosa... te amo, pero soy diferente... No puedo estar a tu lado por ahora... Debo dejarte, pero estaré en tu corazón. Si estás buscando a un hombre, con la misma alma que tú, y él no llega, estaré siempre en tu corazón, amándote hasta el momento en el que él llegue a tu vida".

La nube se esfuma mágicamente. Ella abre sus ojos, y siente su corazón latiendo aceleradamente, lleno de felicidad y deseos de amar. Ella voltea hacia sus pies y ve una hermosa rosa... la toma, le da un tierno beso, y comienza de nuevo a cantar y bailar sola... dejando el lugar.

A lo lejos yace sobre el pasto un caballero de armadura plateada como la luna, herido después de una dura batalla, saliendo triunfante. Ella, en su camino sin rumbo, lo mira herido de muerte. Se acerca a él, lo mira fijamente y pone sus manos sobre la herida, la cual sana mágicamente... Él despierta, y la mira. La mujer de su vida... y ella piensa... el hombre de mis sueños... y una nueva historia comienza.

Impulsado por los vientos del sur, una magnífica águila imperial con una intensa aura dorada y una divina aureola blanca sobre su cabeza vuela sin rumbo. Cuando voltea hacia la tierra, ve una pareja, doncella y caballero, haciendo el amor. Voltea de nuevo su vista hacia el cielo sobre el cual vuela libre, y dos lágrimas de felicidad recorren sus mejillas mientras piensa... "Así debe ser".

Documento originalmente publicado en whitepuma.net en nov 15, 1997.

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