Que la luna sea testigo que yo te amé… que el cielo de esta noche invoque un rayo y me parta en dos si es que te miento… lo juro, te amé demasiado… por eso no permitiré que te largues de aquí una vez más… no de nuevo… dolió tenerte, así que no resistiré el perderte para sumar otra pena a mi irónica vida… no señor…
Vamos, mira las estrellas, mira este bosque, mira este lago… está tan lindo porque hoy es un día especial… porque estaremos juntos y no nos separaremos nunca… mientras tus cabellos reflejan la luz de la Luna… y tu rostro está más lindo que nunca, como el ángel que me lleva al infierno más dulce que he sufrido… siento los latidos bajo tu piel… vamos, no niegues que te sientes tan bien como yo… aunque esas lágrimas en tu rostro me indiquen lo contrario… y esas cuerdas sujetando tus manos… te juro, nunca quise lastimarte… pero es que eres tan terca… mira, amor, yo te puedo hacer feliz, yo puedo borrar aquella tristeza en tus ojos… te he observado desde hace tiempo… lloras a solas… y aunque no me conozcas, yo te conozco demasiado y no aguanto el verte sufrir así… no señor…
Sé que no soy el príncipe azul, ni aquel que te arrancó una sonrisa con un verso… pero tengo un buen remedio para el dolor… mira, esta navaja es muy buena… mira cómo brilla con la Luna, como tu cabello… esta vez me he cansado de sólo desearte y nunca ser correspondido, de preocuparme en silencio por ti… sólo por ti… te he seguido tanto tiempo y tú ni en cuenta… he tenido noches de insomnio… sólo por ti, ¡lo juro…!
Ahora no puedo más, ¡vamos! larguémonos de aquí, tomémonos de las manos y salgamos de esta pesadilla, dile adiós a tus dolores que yo te los quitaré ,porque te amo… te amo tanto… como no te imaginas… pero no me mires así, no estoy loco, sólo soy presa de esta furia consumida durante todos estos años y este gran dolor de verte llorar, el dolor que ya no aguanto… tanto, que prefiero verte muerta a sufrir así… verdá de dios… que te amo demasiado, y no te haré daño, aunque lo parezca, no tengas miedo, vamos…
La noche sigue igual de bella, tu sangre es tan tierna y templada… no aguanto la emoción de unir tu sangre con la mía… mira esta navaja… llena de ti… bueno, aunque tengas los ojos cerrados sé que me escuchas… esta noche es testigo del amor que te tengo… espérame amor mío… que pronto te alcanzaré con tu sangre dentro… de mí…
“Y entre esta noche tan obscura y clara a la vez… que la Luna sea testigo de mi amor por ti, aunque tú no sientas lo mismo… sólo fui presa del dolor y tú eres mi única salvación, déjame pensar que lo soy para ti aunque sea una vez… para irme contigo… porque te amo… lo juro… te amo tanto que te he hecho daño… ¡malditas mis manos… maldita mi boca… maldita mi sangre…! pero qué más da, no soy culpable de amar… amarte tanto… no tengo la culpa de tener este corazón, este enfermo corazón…”
Bien… quizás no te merezca… lo siento, pensarás que soy un Lunático… pero, nadie entiende lo que yo siento… sólo trata de entenderme… te compraré el mejor ataúd… las mejores flores… lo mejor… para que, así, pueda darte lo mejor… lo que no pude darte en vida porque tus latidos no lo quisieron… qué más da… sólo te amo… lo juro.
Publicación original: whitepuma.net - Julio 5, 2004