Dualidad.

Enlace permanente Reportar al webmaster

“El mundo se viene abajo…” Dice ella mientras va en busca de algo de tomar, con el cuerpo semidesnudo; su figura parece flotar en el aire, la tenue luz que dibuja su silueta, sus cabellos rubios como el sol de medio día, su piel liza y tersa, blanca y perfecta, sus ojos azules como el claro cielo que observaba en mi niñez, sus labios rojos como un interminable ardiente atardecer. Mi diosa griega en porcelana, el mejor de mis sueños, mi perfecta enfermedad…

 “El mundo se viene abajo” Dice ella mientras busca algo de tomar. “Y aquí estoy contigo, sumergida en este interminable momento…”

Aquí viene – piensa el – Otra autocomplaciente diatriba acerca de cuan bueno era todo antes. Y de cómo llegamos a ser económicamente activos tan tarde como para lograr ver a los Guns And Roses con su alineación original. O volar tan alto con algún alucinógeno mientras escuchábamos a Sid Barret hacer lo suyo junto con los demás Pink Floyd. Se siente como si prácticamente hubiéramos perdido  todo por lo que vale la pena vivir. La peor parte de todo, es que de alguna manera, el estaba de acuerdo.

Aquí estamos – pensó el – En el borde de nuestras vidas. Y todos estamos tan desesperados por sentir algo, cualquier cosa, no importa que! Mientras nos ayude ha acercarnos a los otros, que nos haga sentir que formamos parte de algo, que le importamos ha alguien, que nos haga sentir acompañados y queridos, que nos excite tanto como para ir a la cama y que nos guie hacia el final de los días.

“El mundo se viene abajo” Dice ella mientras busca algo de tomar. “Y aquí estoy contigo, sumergida en este interminable momento en el que te doy mi corazón.”

“El mundo se viene abajo” Dice ella mientras busca algo de tomar…  Mi diosa griega en porcelana, el mejor de mis sueños, mi perfecta enfermedad, la dueña de este momento, pero nunca de mi corazón...

Documento originalmente publicado en whitepuma.net en dic 4, 2009.

Nadie ha calificado esta entrada.
¡Califícala ahora!
Resultados: 0 puntos • Promedio: 0.000