Que mal sabe el silencio

Enlace permanente Reportar al webmaster

Un amigo me aconsejó que no mezclara la nobleza con el orgullo… como no pude con mi orgullo dejé la nobleza… ésto regularmente no suele importarme porque  los consejos vienen de todas partes y señalan a tantos lados que si decides seguirlos a todos terminas caminando sin rumbo y regresando al mismo lugar… pero hay algunos que te calan por más que intentes ignorarlos.

El orgullo no me gusta.

Hace un año falleció mi madre, no sentí el dolor que debería sentir…  (*que debería sentir*) yo, que presumía de mandar al diablo las reglas sociales y que intentaba hacerme creer que no me importaba lo que la gente piense de mí, terminé sintiéndome mal por no sentir lo que debería sentir… terminé sintiéndome mal porque de pronto aparecieron en mi mente un montón de miradas ajenas señalándome como mala hija o mala persona y de pronto aparecieron como fantasmas los amigos que no traté como debería, la gente que tal vez desprecié en algún momento, el tiempo que preferí estar sola cuando había gente que pedía solo un poco de tiempo… de MI tiempo… de pronto me vi pensando solamente en MI… y me sentí mal…

Viendo el cuerpo de mi madre empecé a llorar, no porque estuviera muerta (me niego a creer que está muerta), sino porque no pude ser la hija que ella esperaba que fuera; recuerdo que un día intentó hablar conmigo en una de mis depresiones, decía que no le gustaba verme así, que ella quería que fuera más alegre que saliera con mis amigos, blah,blah,blah… pero estaba tan sumida en mi apatía y en mi rencor hacia ella que solo pude ponerme a la defensiva… teniendo yo el nudo en la garanta y con ganas de gritar y de llorar, solo pude reírme y burlarme de ella… y ella empezó a llorar diciendo que no me entendía…

Cómo pude ser tan ciega y tan sorda, cómo el miedo puede convertirte en una persona tan arrogante y tan estúpida!… y a un año de darme cuenta de tantas cosas recuerdo que solo se trata de errores pasados que ya no se pueden borrar, defectos que yo veía como virtudes y que ahora no hacen más que rondar en mi cabeza sin dejarme en paz.

Sabía lo que era ser la rara de la familia, la rara del salón de clases, la rara de los raros (ja!), pero era un raro agradable a mi parecer… ahora se lo que es sentirse raro estando solo, y no me gusta… verte en un espejo que no refleja tu cara, no refleja ninguna de tus máscaras, solo refleja tu alma… y no aceptar lo que vez, es algo que te cala y te duele aunque no quieras aceptarlo.

Pero se que amaba y amo a mi madre, se que amo a mi familia, se que amo a mis amigos … sé que en el fondo me amo a mí misma… pero ¿porqué parecía tan complicado decir “te amo”? es fácil ser sincero con alguien cuando ya no te escucha.

Ahora hay gente que vive todavía, gente que amo y que no quiero amar porque me lastima… pero trato con todas mis fuerzas de cambiar, nadie lo nota, lo sé, pero juro que trato de cambiar… porque no quiero que el día de mañana me vuelva a dar golpes de pecho por no decir te amo. (Pero un te amo con hechos, demostrarlo día a día, no solo con palabras)… Pero es que es tan difícil… suelo deprimirme por cualquier estupidez y cuando lo hago termino de nuevo encerrándome en mí misma.

No quise mezclar la nobleza con el orgullo… no me gusta el orgullo, pero creo que no le gusto a la nobleza.

 

“Nunca he sido buena con las palabras, nunca conseguí que las entendieras, pero siempre te hablé.
Nunca capté los mensajes ocultos, nunca escuché las miradas de agua ni atendí las llamadas detrás de tu rostro de preocupación… pero siempre estuvieron ahí.
Las palabras, las posibles respuestas, siempre quedaron flotando, esperando que alguien las escuchara… abrazadas y solas… llorando por no encontrarnos…”

 

Solo necesito desahogarme, espero no aburrirte con ésto.

 

 

 

Publicación original: whitepuma.net - Diciembre 15, 2009

Nadie ha calificado esta entrada.
¡Califícala ahora!
Resultados: 0 puntos • Promedio: 0.000