Nuestro juramento (parte cinco) Den Tag, wenn Sie tschüs sagen II

Enlace permanente Reportar al webmaster

Media hora nos separaba, la luna salió de su escondite, las estrellas despertaron y la noche se aclaró. Cuando llegamos al lugar del accidente, no sabíamos qué bus era el que había volcado, pero algo en mi me impulsó a salir por la ventana y correr hacia el lugar donde estaba aquel bus.

Mientras me acercaba, pude reconocer que era el bus de Mirella. Estaba hecho pedazos y sólo se escuchaban lamentos. Yo gritaba su nombre tratando de que ella me contestase, yo me ahogaba en mis lágrimas mientras la buscaba, hasta que escuché su voz llamándome, sonaba débil y quebradiza.

Cuando llegué a ella no pude resistir el llanto, verla en ese estado era terriblemente doloroso, tenía la mitad del cuerpo aplastada por un gran pedazo de metal que se desprendió del bus y yo con lágrimas en los ojos me esforcé por levantarlo para liberarla. Cuando lo saqué, vi su cuerpo totalmente destrozado, unido sólo por la piel que lo sostenía. Me arrodillé a su lado y le dije que nada iba a pasar, que ya estábamos juntos y que nuestro amor haría que todo se arreglase. Ella sonrió y me dijo:

— Tranquilo, ya no duele tanto ahora que estás aquí...

— No hables, eso te debilita, y tienes que guardar fuerzas para que te recuperes. –Ella sonríe mientras yo trato de creer en mi propia mentira–

Limpié su rostro ensangrentado y ella me pidió que la abrazase. Lo hice con todo el cuidado del mundo, le di un beso y ella me miró y con palabras entrecortadas me dijo:

— Amor, amor.
¿Me puedes escuchar?
Te amo... y no hay más verdad que esa.
Te amo... y no hay distancias, ni barreras.
No hay tristezas ni lágrimas.
No te sientas solo, yo te amo
Cuando cierre mis ojos, me iré...
Pero no te dejaré.
Ya no hay ningún adiós amor,
No hay ningún dolor
Sólo amor en mí
Sólo hay amor para ti...

Yo la abracé y pude sentir cómo su cuerpo se desvanecía y grité, grité como sólo un hombre que ama y pierde a su mujer puede hacerlo.

— ¡¡¡PORQUÉ!!!
¿¡Qué quieres de mí!? ¿¡Qué carajos quieres!?
¿¡Porqué ella!? ¿¡¡¡Qué mierda te hizo, AH!!!?
¿¡Porqué no me llevaste a mí!? ¿¡Dios donde mierda estás!? ¿¡Porqué ella!? ¿¡¡¡Porqué lo haces!!!?
¡¡¡Te odio!!! ¡¡¡Te odio con toda mi alma!!! Dios, ¡¡¡yo te maldigo a ti y a tus putos ángeles!!! ¡¡¡Te la llevaste, pero necesitas más que eso para que me separe de ella!!!
¡¡¡Yo jure no amar a nadie más y no lo haré!!!
¡¡¡Ahhhhh!!! ¡¡¡Porqué no bajas para que pueda matarte!!!
¡¡¡Te odio mierda!!! ¡¡¡TE ODIO!!!!


Es increíble cómo una persona puede cambiarte la vida. Tú me la cambiaste, llegaste a mi vida sin avisar y te apoderaste de ella. He perdido el tiempo tratando de comenzar otra vez... si por lo menos todo fuera igual... he perdido el tiempo en comenzar otra vez, pero en mi corazón todo sigue igual. Cada noche, cuando apago mis ojos, duermo con tu nombre besando mi boca. Amor... qué absurdo es estar vivo, sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido, sin tu voz, sin tu calor; yo pensaba que el amor era una desgracia pero tú me enseñaste que el amor es un milagro, que no hay mal que no cure. No sabes lo duro que es estar sin ti. Te extraño a cada instante, preciso escuchar tu voz, no sabes cómo duele vivir sin el calor que tú me dabas. No sé porqué Dios me tuvo que castigar. Recuerdo esa noche que nos juramos amor eterno y que nunca nos separaríamos, pero ahora lo veo tan lejano y no puedo evitar el llorar. Es muy difícil el intentar no olvidar para no recordar que te he perdido para siempre. Daría mi vida por volverte abrazar, pero creo que no va a pasar.

Ya son seis años de estar vivamente muerto, y he decidido terminar con este dolor, no sé si volveré a verte amor, pero si es que nunca te volviese a ver, déjame decirte que tú siempre serás la única... te amé, te amo, y te amaré siempre.

Sólo espero que comprendas lo necesario de este cambio, hay mucho frío aquí dentro donde estoy y necesito el calor para hacer latir otra vez este corazón. Necesito volver a vivir y a sentir que estoy vivo, supongo que tendré que intentarlo, ¿right? Aunque me desintegre en la transformación.

Te vendré a visitar siempre. No puedo dejar de hablarte y claro, el 12 de cada mes vendré con tus flores favoritas a decir:

TE AMO.

Adios amor, supongo que estaba escrito en nuestras vidas.
Good bye
Good bye
Good bye...

Dedicado a Mirella, quien vivirá por siempre en mi corazón.


De derecha a izquierda: JOHANA, YO, MIRELLA, EL CHINO,
y sentado jugando con una rodillera, LUIS.

Documento originalmente publicado en whitepuma.net en mar 1, 2004.

Nadie ha calificado esta entrada.
¡Califícala ahora!
Resultados: 0 puntos • Promedio: 0.000